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 El misterio del videojuego prestado: ¿Lo devolví o desapareció en otra dimensión? 🎮🤨

Todo empezó con un simple “Préstame el Mario”… pero terminó en un misterio sin resolver. 🤔

🗣 "Yo se lo devolví… o al menos eso creo. 🤨 Pero espera… ¿cuándo? Si lo tenía en la mochila, luego en mi casa y después… ¡Ay, madre santa! ¿Me lo quedé?" 😱😂

Y así, otro videojuego pasó a formar parte del limbo de los préstamos sin devolución. 🎮✨

El síndrome del "te lo devuelvo después"

Todos conocemos a alguien como Firufina: esa persona que pide prestado con la mejor intención, pero que misteriosamente nunca devuelve las cosas. No lo hace con maldad, simplemente… desaparecen. Primero es un juego, luego un libro, después una camiseta… y cuando te das cuenta, tu colección entera se ha desvanecido en su habitación. 😅

Pero seamos honestos: ¿quién no ha sido Firufina alguna vez? A veces prestamos algo y, entre la rutina y el caos de la vida, olvidamos por completo devolverlo. Luego, años después, encontramos aquel CD, videojuego o libro empolvado en un rincón y nos preguntamos: "¿Esto era mío… o se lo debía a alguien?" 😳

Las fases de un préstamo perdido

1️⃣ La Confianza: "Claro, tómalo, pero me lo devuelves la próxima semana." 😌

2️⃣ La Negación: "Seguro ya me lo regresó… ¿o no?" 🤔

3️⃣ La Confusión: "Lo tenía en mi cuarto, luego en mi mochila… ¿o fue en el carro?" 😵

4️⃣ El Autoengaño: "Seguro se lo di, solo que no me acuerdo." 🤨

5️⃣ La Confrontación: "¡Oye, Firufina! ¿Tienes mi juego? ¡Lo necesito!" 😤

6️⃣ El Olvido Colectivo: Nadie sabe, nadie recuerda, el juego se ha ido para siempre. 🎮✨

Los distintos tipos de "expertos en préstamos"

🔹 El Desmemoriado: Jura que te lo regresó, pero no puede decir cuándo ni cómo.

🔹 El Acumulador Accidental: No roba, solo "se le olvida" que tiene medio inventario de Blockbuster en su casa.

🔹 El Maestro del Cambio de Tema: Apenas mencionas el objeto, te cuenta una historia completamente irrelevante.

🔹 El Detective: Juega a ser Sherlock Holmes intentando reconstruir la historia… pero sin pruebas.

Reflexión final: ¿De verdad lo devolvimos?

A lo largo de la vida, todos hemos sido tanto la víctima como el villano en este ciclo sin fin de préstamos misteriosos. Es un recordatorio de que la memoria es frágil, el tiempo vuela y, en muchos casos, lo prestado jamás regresa.

Así que, la próxima vez que prestes algo… ¡haz un contrato! O mejor aún, tómate una foto entregándolo. Porque si no hay evidencia… ese juego jamás existió. 😆🎮

💬 ¿Tú también tienes un amigo experto en préstamos sin devolución? Menciónalo en los comentarios… o mejor aún, ¡pídele de vuelta tus cosas! 😂👇